lunes, 13 de febrero de 2012

Descarga El Aguijón número 6


El anarquismo, la individualidad y la diferencia                                               
(publicado en el aguijón número 6)
Por: Páginas libres.

Se puede decir que  la lucha contra la homogenización de l*s individu*s, es una lucha por la diversidad y la diferencia. La afirmación de un “yo”, es de alguna forma, la lucha por el derecho a ser diferente, divers*.
La lucha de l*s anarquistas siempre ha sido, la lucha contra la homogenización de l*s  individu*s por parte de  estructuras autoritarias, jerárquicas,  burocráticas y machistas.[1]  Bakunin dedicó gran parte de sus inagotables energías a advertir acerca de los visos autoritarios  y homogenizantes,  que adquiría el “pangermanismo” y el “socialismo autoritario” en el siglo XIX en Europa.  Kropotkin, que en varias investigaciones demostró la potencia creadora de  los  individuos libres asociados,  murió  aislado  por una revolución que despreciaba la individualidad como una “reivindicación burguesa”. La obra filosófica de Stirner, es una exaltación de la individualidad.  Emma Goldman, “La mujer mas peligrosa del mundo”, se pasó toda la vida peleando -hasta con sus propios compañeros de lucha- para que las mujeres pudieran desarrollar su individualidad.
Para no ser tachado de anacrónico, se puede decir que la oleadas de anarquismo que se presentaron  después de mayo del 68  y  a comienzos del siglo XXI, surgen como alternativa a una izquierda que no se salió del libreto del “partido único”, con la “clase obrera” como “sujeto histórico”, lo que representaba la subordinación de los individu*s  a los intereses de la clase y del partido.
Es importante aclarar que la lucha por la diversidad  no es patrimonio de l*s anarquistas. El liberalismo y por ende el capitalismo, han reivindicado la necesidad de que las personas se conviertan en sujetos de derechos y obligaciones, tanto en términos políticos como económicos. El derecho a  la propiedad privada, es desde la perspectiva liberal, la posibilidad  de la afirmación de un “yo”, que tiene derechos políticos y garantías legales. Dicho de otra forma, es la reivindicación por la ciudadanía.
Quienes se han reivindicado como contrarios  a hacer del  individu* la base de la sociedad, son el marxismo, el fascismo y el nazismo. 
Hay sectores sociales que han hecho mucho  por la reivindicación de la diversidad y el derecho a ser individu*.  Se podrían mencionar las luchas de las mujeres, l*s indígenas, l*s negros  y  l*s LGBT. Han sido estos sectores sociales, quienes han puesto el tema de la diversidad en la agenda política. 
De lo anterior saco algunas conclusiones. La primera, ya enunciada, es que el anarquismo ha sido un proyecto político que valora la diversidad y la individualidad, por que ha luchado contra la homogenización desde la derecha y desde la izquierda.  La segunda, es que no hay una sola visión dentro del anarquismo. Desde Bakunin, hasta los anarquistas griegos contemporáneos, hay una gran cantidad de diferencias; pero hay algo que los puede identificar a tod*s: la lucha por una sociedad más incluyente, menos machista, manos racista y menos clasista, en otras palabras, es la lucha por la diversidad.
La ciencia ficción y la futurología del siglo XX, catastrófica como fue,  pensaba en el futuro como un mundo-fabrica, donde tod*s se vestían igual, permanecían anestesiados y  donde se negaba completamente la individualidad. Orwell en los años 50´s, proyectó la sociedad hacia 1984. Allí,  pensaba el gran escritor inglés, la burocracia habría triunfado en el mundo entero, manteniendo a la población en un estado de control absoluto,  donde tod*s  comían lo mismo y sus deseos y preferencias eran dictados por el partido.
Aunque hay quien podría decir que Orwell no se equivocó, el mundo contemporáneo tiene algunas diferencias con esa famosa “distopía”. La moda, el arte y los medios de comunicación masivos, tienen toda una gama de servicios-productos, destinados a afirmar diferencias y constituir sujetos. Los jóvenes de la sociedad contemporánea, buscan afanosamente la afirmación de su individualidad. Para esto puede servir una tribu urbana, una religión, un equipo de futbol, una forma de vestir. Las identidades que reivindican estos jóvenes son distintas a las que reivindicaban sus padres, que eran más comunitarias y reivindicaban más las tradiciones.   Las generaciones anteriores se conformaban con pertenecer a una nación, un partido, una familia y un trabajo. Esas eran formas de construir identidad que no pasaban por la idea de individu* y construían mas homogeneidad que diversidad. Podría decirse que en la globalización, el capitalismo se ha vuelto -aparentemente-  el mayor defensor de la individualidad y la diferencia. Su invitación constante  es constituirnos como sujetos en una diversidad de opciones que nos propone.
Si el anarquismo lleva más de siglo y medio proponiendo la afirmación del individuo frente a  la homogeneidad del autoritarismo, y hoy el capitalismo parece  reivindicar ideas similares, entonces,  ¿en que se diferencian las propuestas de constitución de individu*s del anarquismo y del liberalismo-capitalismo?
Interesante pregunta que ya no es posible resolver en estas páginas, pero que intentará ser pensada en una próxima entrega.

[1] Esto no implica que no existan y hallan existido much*s anarquistas machistas, jerarquicos y burocráticos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario